La historia del coleccionismo de Pedro Montes comenzó en la infancia, cuando recorría la ciudad buscando objetos antiguos que hablaran de la historia de Chile. Aquel impulso temprano se convirtió con el tiempo en una práctica meticulosa, crítica y apasionada que lo llevaría a convertirse en uno de los principales coleccionistas y productores culturales del país.
Montes no acumula al azar. Su colección responde a una mirada curatorial aguda, con intereses definidos y sostenidos en el tiempo. Más que reunir, activa lo que colecciona: organiza exposiciones, publica libros, participa en bienales y genera redes internacionales. Su labor ha contribuido de manera decisiva a la revalorización de obras y autores que, durante años, desestabilizaron el canon artístico chileno.
Entre los materiales que ha reunido —y que también rodean a su colección como archivo en expansión— se encuentran fotografías, revistas, invitaciones, catálogos, cartas y vestigios de época. Este archivo no solo documenta, sino que recontextualiza: ofrece acceso a obras, artistas y movimientos que reconfiguraron el arte y la poesía durante las décadas más tensas de la historia reciente de Chile.
El epicentro de su colección está en una versión amplia de la Escena de Avanzada, ese cruce entre arte conceptual, política y performance que tuvo lugar durante la dictadura. Pero Montes no se restringe a ese período: su mirada abarca también la Unidad Popular y la transición democrática. Sus figuras totémicas van de Carlos Leppe, Eugenio Dittborn y las Yeguas del Apocalipsis a poetas como Juan Luis Martínez, Diego Maquieira y Claudio Bertoni.
Montes ha sido pionero en dar valor a este archivo afectivo y subversivo cuando aún no era codiciado por instituciones. Para él, la colección es un territorio en expansión, un mapa que no se clausura: siempre queda algo por descubrir, una nueva pista, un documento inesperado. Su archivo no es un monumento, sino una plataforma crítica que interpela al presente y alimenta las posibilidades futuras del arte chileno.
En su gesto hay una forma de resistencia: frente al olvido, la recuperación; frente a la dispersión, la articulación; frente al silencio institucional, la insistencia privada convertida en obra pública.